MENDOZA / Acerca de la mega minería / Escribe: Alberto Lucero

La Mega Minería es algo muy distinto de la vieja minería tradicional, que en Mendoza venimos explotando prácticamente desde la colonia; la Mega Minería es una metodología reciente, que usa todos los adelantos técnicos y un formidable poder económico para extraer de la montaña los minerales valiosos, pero tiene varias características negativas que afectan a cualquier lugar del planeta donde se instale.


En primer lugar, la Mega Minería utiliza cantidades de agua tan exorbitantes que superan nuestra capacidad de asombro. Por ejemplo, la extracción de las Sales de Potasio en el sur de Mendoza consumirá 86 millones de litros de agua por día y, sabiendo que la Organización Mundial de la Salud recomienda para el consumo humano 100 lts de agua por día y por persona, nos damos cuenta que podríamos atender las necesidades de agua para 860.000 mil personas, o sea la mitad de la población de toda la provincia de Mendoza, solo con el agua que inutilizará para siempre ese yacimiento ubicado en el departamento de Malargue.

Otra característica negativa de la Mega Minería es la utilización de grandes cantidades de energía: Bajo la Alumbrera, en Catamarca, consume 5 millones de litros de gasoil por mes, cuando todo el N.O. Argentino consume 8 millones de lts. En electricidad, la misma Secretaría de Energía de la Nación informa que Bajo la Alumbrera consume casi el 70% de toda la electricidad que consume Catamarca y que para producirla, en la Central El Bracho necesitan quemar casi 10 millones de m3 de gas. Y esto ocurre hoy, cuando tanto el gas como el gas oil deben ser importados para atender prioritariamente la demanda de esta minera, porque gracias a la ley de estabilidad fiscal, ella tiene prioridad en el consumo.

Otra característica negativa de la Mega Minería es la utilización de sustancias contaminantes; otra es la destrucción de los ecosistemas; otra son los problemas sociales que acarrea en las localidades donde se implanta, pero hay un tema muy poco explicado, que es la emisión de polvo levantado por las explosiones de dinamita para demoler las montañas, polvo compuesto por partículas extremadamente pequeñas, que son fácilmente arrastradas por los vientos hacia las regiones circundantes, pudiendo alcanzar distancias de cientos de kilómetros. No olvidemos que en los desastres de las plantas nucleares de Chernobyl (Ucrania-1986), y de Fukushima (Japón-2011), los elementos radioactivos como Uranio y Cesio fueron transportados por los vientos y detectados a miles de kilómetros de distancia (Nueva York y Madrid).

Esa nube de polvo que levanta la dinamita al estallar, contiene partículas de las rocas que se hicieron explotar y así plomo, arsénico, uranio, cromo, zinc, asbesto, mercurio, azufre, cobalto, manganeso y muchos otros elementos químicos, serán respirados inevitablemente en las comunidades cercanas; pero también ese polvo se depositará en los suelos y en los cursos de agua, perjudicando la flora y la fauna y además, por efecto chimenea, ascenderá hacia las altas cumbres y se depositará sobre los glaciares de las nacientes de agua, cubriéndolos con una capa de polvo marrón que los hará menos reflectivos y más absorbentes a las radiaciones solares, acelerando su derretimiento.

O sea que no solo debemos proteger los glaciares de la acción directa de las empresas mineras exigiendo el cumplimiento de la Ley de Glaciares, sino que deberíamos alertar a los organismos competentes, para que el polvo de las explosiones no afecte zonas de glaciares ubicados a mucha distancia de los emprendimientos mineros.

Se está empezando a hablar nuevamente del Proyecto San Jorge, aduciendo que ahora procesarán la roca molida en otra provincia más permisiva, pero las explosiones para moler el cerro producirán estas nubes de polvo, tan temidas y tan perjudiciales que ya eran una de las objeciones planteadas por el Observatorio El Leoncito cuando se hizo el estudio de Impacto Ambiental, pues los científicos nos advertían precisamente del problema que significaba el polvo emitido a la atmósfera por las explosiones mineras.




Pero, no se conformen con éste, mi punto de vista. Entren a cualquier buscador y escriban POLVO EN MINERIA A CIELO ABIERTO: más de 160 mil resultados ayudarán a entender de qué estamos hablando.

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