INTERNACIONAL / Fidel Castro reveló una conversación con Chávez (quinta parte) / Documento






(viene de la edición de ayer)

CMDTE. EN JEFE.- ¡Es increíble! Disolvieron el Poder Judicial, el Parlamento, se apoderaron de todos los gobiernos, de casi todas las alcaldías.

PDTE. CHÁVEZ.- Yo dije: "¡Pobrecito este hombre! Si a mí me cuesta tanto gobernar, con tantos problemas, teniendo nada más que el Poder Ejecutivo, ¿cómo se hará este pobre hombre echándose encima todos esos poderes?" Pero, en verdad, ellos fueron muy torpes, ¡torpes! Ansias de poder...

CMDTE. EN JEFE.- Y se habrían fajado entre ellos

inmediatamente. A los tres días estaban fajados entre sí todos ellos.


PDTE. CHÁVEZ.- No, ya estaban, ya estaban fajados unos contra otros, Generales... Que si el cargo... Entonces, unos que aspiraban a ser jefes y no los pusieron, se pusieron bravos y se fueron, no vinieron al acto. La gente de la CTV tampoco vino, porque quería ser este señor Ortega no sé si Vicepresidente o algo así, y no quisieron. Entonces, empezaron ellos a pelear y a desmoronarse muy rápido.

Pero de verdad que es una jornada para la historia, ¡vale!

CMDTE. EN JEFE.- No, ¡inolvidable! Mira, yo he vivido...

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Increíble, inolvidable! Una cosa que hay que ahora darle el tratamiento que se debe, y sobre todo, proyectar ese caso al mundo para que se vea... Porque se ha demostrado, Fidel... Lo que te decía: que"un poco triste, por supuesto", allá en la celda decía: "¡coño!, parece que es verdad que una revolución pacífica es casi imposible, ¿no?, porque Âícuántos esfuerzos!" Estaba en ese tipo de reflexiones, como dudando, ¿no?, dudando. Y dije: "Bueno, pero yo estoy seguro de que ese pueblo no se va a quedar así, ni esos militares jóvenes, sobre todo." ÂíPero reaccionaron de inmediato! Yo saliendo preso, y ya ellos estaban conspirando contra lo que quedó por aquí. (Se ríe)

Se metieron en el Palacio y se escondieron por allí en pasillos, en sótanos, hicieron grupos, se comunicaban entre ellos con los cuarteles. Y, bueno, aquello reventó y tomó cuerpo en todo el país.

CMDTE. EN JEFE.- ¡Como hormiguitas trabajaron ellos! Se movieron por todas partes.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Y con un coraje! Bueno, pensaron hacer, incluso... Me dijo uno de los muchachos de la Marina que está aquí conmigo: "Mire, estábamos haciendo un plan, cuatro de nosotros por ahí, para agarrar al viejo este, a Mussolini, y llevárselo para allá para Catia, la zona populosa donde hay como tres millones de personas, las zonas más pobres, y entonces decir: bueno, vamos a cambiarlo. Hasta que no nos traigan a Chávez no soltamos a este viejito de aquí."

Gracias a Dios que no hizo falta eso, ¿no? Y todo terminó como ya tú sabes. Lo que pasa es que ahora hay que comenzar a reestructurar muchas cosas, a revisar muchas cosas, ¿no? Correctivos.

Bueno.

CMDTE. EN JEFE.- Muy bien, pues. ÂíMe alegro, caramba, que pases un día...! Me alegro que hayas suspendido también eso, porque pienso que tú debías descansar, ¿no? Yo no sé cómo te la ibas a arreglar, pero por suerte se llevaron los equipos esos. (Se ríe)

PDTE. CHÁVEZ.- No, pero voy a ir a Maracay. Tengo que ir allá, y después voy a visitar algunas guarniciones que se mantuvieron leales, algunos pueblos.

CMDTE. EN JEFE.- Oye, tú no sabes qué conmoción produjo eso aquí en el pueblo. Es cuando yo he podido ver hasta qué grado te quiere la gente aquí. ÂíUna verdadera conmoción!

PDTE. CHÁVEZ.- Me imagino la tristeza que sentirían.

CMDTE. EN JEFE.- Oye, ¡tú no sabes! Yo pocas veces en mi vida he estado tan amargado como al otro día. Yo quería... Tú sabes que yo siempre he sido optimista y todo, y seguimos en la pelea, porque apenas me levanté al poco rato, me llamó al otro día... Yo estoy durmiendo dos o tres horas, y ese día me acosté también como a las seis; a las nueve me despierto y me pongo a hacer cosas, y a las 10 y dos minutos me llamó María. Así fue.

PDTE. CHÁVEZ.- No, incluso, ¿sabes qué? Yo estaba pensando: "ÂíCónchale!, si yo tengo que llegar a Cuba, con qué cara llego yo allá."

CMDTE. EN JEFE.- Sí, sí.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Oye!

CMDTE. EN JEFE.- Bueno, tú sabes que tú llegabas y un avión a toda velocidad iba para allá. (Chávez se ríe) Claro, en el avión, pero fueron... Hay que investigar bien por qué hicieron toda esa porquería. Porque para mandarte a ti... Sí, por qué hicieron esa porquería, porque hay que pensar cosas peores, intenciones peores.


PDTE. CHÁVEZ.- Sí, yo estoy seguro. Había unas intenciones oscuras, porque yo estoy seguro de que para Cuba no me iban a llevar, estoy seguro. Lo que pasa es que el plan no les dio tiempo, porque fue tan rápido el plan de reacción patriótica, bolivariana... Y yo fui ganando tiempo, ganando tiempo, el documento, que sí, que no, que búsquenme el teléfono. Ganando tiempo, porque yo los veía a ellos en condiciones de debilidad, ¿tú sabes? Por los ojos, ¿no?, en los ojos, se consultaban cosas. Y apurados, estaban muy apurados por que yo firmara un documento. Y yo dándoles larga, dándoles larga, hasta que el Almirante me dice: "No vaya a firmar nada, que por ahí como que viene Baduel al rescate." Y entonces, ahí me dieron a mí, pues, los aires de la victoria.

Pero, claro, esto no es victoria. Yo pienso que esto más bien es una lección, una lección, porque hay que ajustar cosas, hay que tomar unas decisiones que no se han tomado y que...

CMDTE. EN JEFE.- ¿Y dónde está el General que estaba allí en el Fuerte, el que estaba de Jefe del Ejército?

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Ah!, ese está preso allá en el Fuerte.

CMDTE. EN JEFE.- Él debe saber el plan. PDTE. CHÁVEZ.- ¡Claro!

CMDTE. EN JEFE.- Hay que tratar de que se franqueen. Y el otro... Los que te visitaron allá deben saberlo también.

PDTE. CHÁVEZ.- Sí. Ahora yo mañana, pues, comienzo a enterarme, a buscar más detalles y a tomar decisiones.

CMDTE. EN JEFE.- Okey.

PDTE. CHÁVEZ.- Bien, hermano.

CMDTE. EN JEFE.- ¿Y tú crees que te puedas dormir ahora, con la excitación que has vivido hoy?

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Oye! Tengo que dormir un rato. Pero es una excitación maravillosa, como que embriaga.

CMDTE. EN JEFE.- Sí, sí. ¡Es increíble!

PDTE. CHÁVEZ.- Es una cosa como un... Ando embriagado, bueno, de amor de ese pueblo, pero sobre todo, Fidel, este es un mensaje de compromiso, es un compromiso con ese pueblo que salió a la calle, sin armas ni nada. Claro, apoyados por los patriotas militares...

CMDTE. EN JEFE.- Pero ellos empezaron por la mañana, desde temprano iba un río para allá de gente, y rodearon el Fuerte. Porque ya había mucha gente.

Bueno, ¡un millón de felicidades! ¡Te lo mereces!

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, hermano, ¡qué gusto haberte oído!

CMDTE. EN JEFE.- Oye, parece que una mano divina te lleva a ti.

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, el pueblo, chico. Dios y el pueblo y, ¿cómo es que tú dices?, Ave María Purísima! (El Comandante se ríe) Ave María Purísima, cómo pasó esto!

CMDTE. EN JEFE.- ¡Tremendo!

PDTE. CHÁVEZ.- Pero ahora tenemos que fortalecernos.

Saludos te mandan Rosita y Hugo, que está aquí, ya se durmió la nieta. Estamos todos aquí.

CMDTE. EN JEFE.- ¡Qué bien! ¡Que sean muy felices!

PDTE. CHÁVEZ.- Dale un saludo a Felipe y a todos.

CMDTE. EN JEFE.- Ellos han estado todos, todos, todos, en esto.

PDTE. CHÁVEZ.- No, yo me imagino qué sufrimiento. Te prometo...

Ahorita me llamó Khadafi por ahí, muy alegre también.


Te prometo que haré todo lo que pueda para no darte otro susto y otra tristeza.

CMDTE. EN JEFE.- ¡Bien! Junto con la tristeza hemos tenido el privilegio de ser testigos de la cosa más extraordinaria que podía imaginarse.

PDTE. CHÁVEZ.- Bien. Y yo de vivirla.

Espero verte pronto, ¿eh?

CMDTE. EN JEFE.- Sí. Tenemos que vernos.

PDTE. CHÁVEZ.- Bueno, Fidel.

CMDTE. EN JEFE.- Para hablar de todo este tema. Es lo más importante, es lo que nos interesa.

PDTE. CHÁVEZ.- Así es.

CMDTE. EN JEFE.- Okey

PDTE. CHÁVEZ.- Recibe un abrazo, hermano, un abrazo.

CMDTE. EN JEFE.- Un abrazo.

PDTE. CHÁVEZ.- ¡Hasta la victoria siempre!

CMDTE. EN JEFE.- ¡Hasta la victoria siempre!

PDTE. CHÁVEZ.- Un abrazo, hermano.

(Fuente: TeleSUR TV)

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