MENDOZA / Cuidar el planeta / Escribe: Alberto Lucero






Es difícil CUIDAR EL PLANETA cuando hay tantos intereses en pugna, intereses que solo buscan magnificar ganancias, sin importarles en absoluto los daños que producen en vastas zonas de nuestra ya castigada Tierra, daños que se extienden, como no podía ser de otro modo, también a los habitantes de esas zonas afectadas.

Y esos intereses pertenecen, una parte, a las grandes empresas trasnacionales, conducidas por los llamados CEO que piensan solo en términos de rentabilidad cueste lo que cueste, pero también hay intereses de los países poderosos, que para asegurar su primacía mundial, actúan sobre todas las variables económicas y sociales de esas zonas afectadas, también llamadas “zonas de sacrificio”.


Gracias a las leyes de los EE UU, que permiten la liberación del secreto de ciertos documentos al cabo de algunos años de generados y gracias a la difusión de esos documentos a través de Internet, hoy nos enteramos del Informe NSSM 200, elaborado en los EE UU en 1974 por el Secretario de Estado Henry Kissinger, bajo el gobierno del Presidente Nixon, que dice textualmente: "La ubicación en los países menos desarrollados, de grandes reservas de la mayoría de los minerales, nos genera una creciente dependencia de esos países menos desarrollados y el problema no es si hay cantidades suficientes de minerales, sino cómo generar facilidades políticas y económicas para acceder a esos minerales; cómo lograr condiciones convenientes para su explotación y en definir el reparto de los beneficios, porque el flujo continuo de materiales necesarios para los EE UU se verá en peligro, si aparecen conflictos laborales, sabotajes, reclamos civiles o acciones gubernamentales, que obliguen a detener las explotaciones de esos recursos minerales, que son imprescindibles para nuestro crecimiento” decía Mr Kissinger.

Y agregaba: “Argentina, Chile, Ecuador, otros países latinoamericanos y África, deben ser exportadores netos de materias Primas y su crecimiento debe ser limitado, para poder mantener el control económico, social y político, ya que representan los recursos necesarios para el Futuro de los Estados Unidos”.

O sea, tenemos los recursos minerales, pero debemos facilitar su explotación por parte de los países más avanzados, pero lo más grave del informe NSSM 200, es la decisión de contener el crecimiento poblacional, para mantener baja la población en aquellas áreas identificadas como reservas energéticas, condicionando la ayuda a los países en desarrollo a la implementación de medidas para el control de la población, porque Henry Kissinger consideraba como “un asunto de máxima importancia” el crecimiento de la población en los países del tercer mundo y propiciaba introducir políticas demográficas para desacelerar el crecimiento poblacional, garantizando así a los ciudadanos norteamericanos, su “acostumbrado estilo de vida”.


Conclusión: lo que está ocurriendo en vastas zonas de África y Latinoamérica, zonas elegidas para proveer de minerales y alimentos a los países poderosos de la Tierra, no es algo casual ni es algo de los últimos años, sino que es el resultado de un plan elaborado meticulosamente hace 40 años, en 1974, para que ellos, los intereses que citábamos al comienzo, vean satisfechas sus necesidades económicas y geopolíticas.

¿Parece ciencia ficción, verdad?

Pero es la triste realidad: somos, para ellos, poblaciones fusibles, destinadas a mantener el “acostumbrado estilo de vida” de aquellos que nacieron en la parte privilegiada del planeta.

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